domingo, 13 de febrero de 2011

Historia del títere: la cosa se repite

Retomamos hoy nuestro recorrido por los siglos, descubriendo cómo ha ido evolucionando el teatro de títeres en el continente europeo. Hace algunas semanas estuvimos hablando de la importancia de la commedia dell'arte en Italia para el desarrollo del teatro de muñecos.

Lo mismo que ocurrió en la península itálica en los tiempos del teatro romano, se volvería a repetir siglos más tarde, en torno al siglo XVII: la máscara del teatro dará lugar a la cabeza del muñeco articulado al separarse ésta del actor hacia la mano del mismo.

Así, Pulcinella se convertirá rápido en un característico muñeco de títeres, que no contento con deleitar al exigente público italiano, viajó camino del norte hasta llegar al país galo hacia el año 1630. El sonido vocálico propio del italiano chocó de frente con la pronunciación gutural francesa, haciendo que el nombre de Pulcinella poco a poco se fuera "afrancesando", dando lugar así a Polichinelle.

Pero no sólo en el nombre sufrió una evolución. Aunque el valor poético y artístico del muñeco siguiera en vigor, sin embargo, era necesario acomodarlo a la nueva cultura francesa, para hacerlo más simpático del público a quien dirigía ahora sus espectáculos. El Pulcinella de gorrito blanco y máscara negra fue cambiando aspecto, transformándose en un ciudadano francés con carta de identidad propia. Ahora, el nuevo muñeco viste una casaca, calzones hasta la rodilla y, en la cabeza, el típico sombrero napoleónico. A lo que tenemos que añadir las medias y las zapatillas, cuando el muñeco tenía piernas. Así, podemos afirmar que el Polichinelle es el hijo francés de un padre italiano.

Junto a Polichinelle nacieron también otros personajes típicos, que le acompañarán es sus aventuras. Tal es el caso de Le Medicin (el doctor), Le Gendarme (el policía francés), Le Diable (el diablo) y el curioso Cassandre, una especie de muñeco "comodín", que admitía personajes diversos según la situación escénica lo requiriese. A veces, incluso, nuestro amigo Polichinelle se casaba con La Mère Gigogne, que traía en escena alguno de sus más de ciento setenta y siete niños, lo cual hace pensar que la puesta en escena de estos espectáculos se hacía con la intervención de varios actores manipuladores.

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